Inteligencia artificial sin echar empleados.
Como pensar en empresas que crezcan sin eliminar personal.
Cada vez que escuchamos hablar sobre la automatización y la inteligencia artificial (IA), suele venir acompañado de un aire de preocupación: ¿nos quitarán nuestros trabajos? Sin embargo, este temor, aunque comprensible, omite una parte crucial de la ecuación: el comportamiento real de las empresas ante las innovaciones tecnológicas.
Consideremos el caso de una empresa que implementa IA para aumentar la productividad en un área específica, como la ingeniería. La visión tradicional sugiere que si una empresa incrementa su productividad en un 50%, reducirá proporcionalmente su fuerza laboral. Pero, ¿es esto lo que realmente sucede en el entorno competitivo actual? La realidad es mucho más dinámica y ofrece un panorama muy diferente.
En mi experiencia al frente de varias empresas y trabajando con herramientas como HubSpot, hemos observado que las empresas no buscan simplemente reducir costos, sino maximizar su potencial. Cuando una empresa aumenta su productividad gracias a la IA, no necesariamente reduce su equipo; más bien, puede aprovechar esa eficiencia mejorada para expandir su oferta de productos o servicios.
Imaginemos una empresa de software que, gracias a la IA, puede hacer que sus ingenieros sean un 50% más productivos. Este escenario no lleva a una reducción de personal, sino todo lo contrario. Al poder desarrollar más funciones en menos tiempo, la empresa puede atender mejor las demandas de sus clientes y, potencialmente, captar nuevos mercados. Esto lleva a un ciclo de crecimiento que beneficia tanto a la empresa como a sus empleados. Siempre y cuando se use con moderación para no sobreexplotar a los empleados. De ahí que sea importante implementar un método de distribución de responsabilidades y esfuerzos de manera equilibrada como AIOS.
Esta dinámica se aplica también a otras áreas, como las ventas y las operaciones. Un equipo de ventas más eficiente puede captar más clientes y, por lo tanto, requerir más soporte y desarrollo de producto. Así, lejos de ser una amenaza, la IA puede ser un motor de crecimiento y creación de empleo.
El impacto de la IA en el empleo debe analizarse desde una perspectiva más amplia y en el contexto de un mercado competitivo. Las empresas que saben aprovechar estas herramientas no solo sobreviven sino que prosperan, expandiendo sus equipos y su influencia en el mercado. La clave está en adaptarse y aprovechar las oportunidades que la tecnología ofrece.
Quizás tu competencia esté dando pasos en silencio en este sentido y el desmarque pueda ser exponencial.