La azotea que quiso ser garaje.
Cuando el origen es más importante que el resultado, ahora llamado “propósito”.
Después de la buena acogida de esta foto en Twitter y el empuje de @javilop por profundizar en la historia que hay detrás te cuento sus entresijos.
Pasé el 70% de mi infancia en casa de mi abuela.
Era una casa terrera que construyó mi abuelo con sus manos y sus ahorros en un barrio de Las Palmas de Gran Canaria.
Recuerdo subir a mi abuela a la azotea y contarle cuál era mi siguiente plan. Me ilusionaba contarle “cosas modernas”. Ella no entendía mucho de mis “frikadas” y siempre decía, “yo lo único que quiero es que las palomas no me caguen la ropa”. Ya estaban empezando a fallarle las piernas y le preocupaba no seguir sintiéndose útil.
Mi abuela trabajo recogiendo tomates muchos años, de esas mujeres duras que construyeron su vida siendo buena gente y que se convirtió en “la abuela” de todos los niños de la calle, “La Mami”.
Recuerdo una infancia austera, aunque ella lo escondía con arte a los más pequeños. Pasamos mucho desconsuelo bien disimulado, pero vivimos felices.
Qué importante son las raíces fuertes en las familias para hacer crecer futuras ramas con valores, sentimientos y sensibilidad por los demás.
Ese día la puse de modelo en un “Chroma” para hacer una prueba de cámara, la saqué en un spot unos segundos y sonreía como si aquella fuera una oportunidad de presumir con sus amigas y familia por haber salido en la tele. Ese ente que su generación tanto “endiosaba”.
Tenía de trípode la escalera de pintor y el Chroma duró al cien por cien 2 semanas después de caer la lluvia. Mi hermano Efrén agarraba la escalera porque cualquier movimiento en vano, sería 3 horas más de “trackeo” frame a frame en postproducción. Eran tiempos de After Effects apasionantes, no había Youtube.
Al comenzar a grabarle brotó en ella una ilusión que me sorprendió. A pesar de sus piernas siempre doloridas mantuvo la compostura como siempre y empezó a cogerle gusto a la cámara. Ahí me di cuenta que cuando miraba a la cámara miraba como cuando te mira un toro antes del duelo con el torero. Lo que hacía lo hacía con autenticidad.
Con este panorama montamos Meideistudio (de las primeras productoras de Motion Graphics), Motion4startups (la primera productora especializada en vídeos explicativos para Startups) y después Vídeolean, un SaaS con más de 400 mil usuarios en todo el mundo y uno de los mayores torniquetes mentales que he tenido. Después llegaron Inboundlabs, Kontematik, y lo que queda.
Mi abuela fue los cimientos de mi familia, en navidades es imposible no acordarse de ella, le encantaba estar con la familia.
Creó cimientos de dedicación sin interés, naturales y sin esperar nada a cambio.
Enseñó a nuestra familia a querer a nuestros hijos y nietos sin aún tenerlos.
Qué simple es a veces la vida y qué pena no poder volver atrás para demostrárselo.
Se puede triunfar, pero con el tiempo no existe mayor valor que el que mi abuela dejará generaciones y generaciones de forma subliminal.
Su padre se fue a Cuba a trabajar cuando ella y sus hermanos apenas eran niños, terminó quedándose allí y esa ausencia le persiguió toda su vida. Esas historias anónimas y dolorosas que escribe Garcia Márquez pero que gente común como los componente de mi familia guardan con humildad.
Este post va para ella y espero que sirva para encender el agradecimiento a esas personas que trabajan en la sombra sin pedir nada a cambio y a pesar de tener una mochila emocional de por vida. El Alzheimer dolorosamente degradó los últimos años de una vida realmente épica y que entre más años cumplo más valoro.
Cuando veo gente que tiene como referencia a Zuckerberg o Elon Musk al igual que yo los tuve, a medida que pasan los años me doy más cuenta qué ignorante era.
Da igual que ya no estén, perdurarán en cada abrazo que le des a los tuyos o en esa luz de tu casa que se enciende a veces sin razón aparente. Están en esos pequeños milagros de la vida que te recuerdan a ella.
Es mi truco accionable de hoy :), así que pásalo a quien creas que lo necesite.
Feliz navidad, Mami. 🙏🏼
P.D. ¿Recuerdas cuando decías que Dios existía y yo te decía que no? ahora sé a cual te referías y cuanta razón tenías.
Joder, qué de lagrimones.
Gran escrito, gran señora.
Y en cuánto a tu posdata, yo ahora le digo a Dios que me perdone, pero que ahora mi padre tiene su lugar. Un abrazo
Muy buena! se me pusieron los pelos de punta!! Cuando ando "perdido", "saturado", "desconcentrado" justo vuelvo al lugar de dónde vengo y esto me recordó mucho a ese sitio. De hecho esto de la pared pintada me recuerda a un día que pintaba con mi padre la azotea y el suelo en ese mismo color y de una buena conversación.